La Pediculosis es una afección cutánea cuya causa es la
infestación por piojos.
Los piojos son
insectos parásitos que se alimentan de sangre mediante picadura que produce
excoriaciones y lesiones papulosas con abundante picor.
Hay tres
especies que son específicas de los humanos: los
piojos de la cabeza (
pediculus humanus var. capitis), los
piojos del cuerpo (pediculus
humanus var. corporis) y las
ladillas (ptirus pubis).
Los piojos
de la cabeza son un problema en nuestra sociedad, sobre
todo entre niños en edad escolar, cada vez más común y que ya se da en cualquier
época del año.
Identificarlos,
evitarlos y saber como eliminarlos es algo que deben conocer todos los padres y
personas que estén en contacto con nuestros pequeños.
Identificar los
piojos: El piojo es un
insecto de 3-4 mm ,
de forma aplanada, color amarillo-parduzco, con una ligera variedad de
tonalidad dependiendo del color del pelo y del cuero cabelludo del hospedador
(se observa que el piojo es más claro cuanto más claro sea el cabello de la
persona)
El piojo está en
la superficie del cuero cabelludo agarrado permanentemente al pelo por las
pinzas de sus patas y es perceptible a simple vista. Las hembras depositan los
huevos unidos a una sustancia cementante a unos 2 cm de la raíz del pelo. Los
huevos de los piojos se denominan liendres, son alargadas y blanquecinas,
fácilmente observables a simple vista también y fluorescentes bajo una lámpara
u.v..En el interior de la liendre, que eclosiona a los 5-10 días, se desarrolla
la larva del piojo, de aspecto idéntico al adulto pero más pequeño y sin
capacidad para reproducirse.
Para inspeccionar una
cabeza en busca de este parasito, debe hacerse bajo una buena fuente
de luz, a poder ser luz solar, y si dispusiéramos de una lámpara de luz u.v.
mucho mejor. Separando el pelo a mechones, y utilizándose, si es posible, una
lendrera (peine con púas poco separadas entre si) desde la raíz hasta la punta
del pelo, parándose a depositar y examinar el contenido de la lendrera en un
paño blanco o recipiente con agua.
La transmisión de este parásito siempre es por contacto
directo. Los piojos no saltan ni vuelan.
Solo se transmite
de persona a persona, o a través de peines, adornos para la cabeza, gorros,
toallas, almohadas, etc. Pueden infestar tanto a niños como a adultos,
aunque es más frecuente entre los primeros, y no va asociado a la falta de
higiene, es más, todo lo contrario, es más fácil para el piojo llegar al cuero
cabelludo de una persona con el pelo limpio que entra en contacto con otra
infestada. Afectan tanto a personas de pelo largo como corto.
Síntomas y
consecuencias de la pediculosis: El piojo para alimentarse realiza una picadura con su aparato
bucal que produce picor, dolor y reacciones alérgicas. La persona infestada se
rasca continuamente empeorando la zona ya lesionada, produciéndose más
irritación y sobreinfección bacteriana y vírica. Además, el propio piojo puede ser
transmisor de otras enfermedades infecciosas graves como el Tifus exantemático, la Fiebre recurrente y la Fiebre de las trincheras.
En los niños
infestados suele ser muy frecuente la irritabilidad e inquietud, a parte de las
lesiones del cuero cabelludo y cuello.
Tratamiento de
la pediculosis:
El principal
objetivo del tratamiento es eliminar el piojo y las liendres, y posteriormente
tratar las lesiones si las hubiese.
Para eliminar los
piojos podemos utilizar los tratamientos farmacológicos clásicos que existen habitualmente
en las farmacias, a base de lindano, permetrina, fenotrina o malatión, que siguen siendo eficaces si
los usamos correctamente, y lo repetimos transcurridos 10 días, pues
estos tratamientos eliminan correctamente las formas adultas, pero muchas veces
no acaban con todas las liendres, con lo que se produce una reinfestación, que
se evita repitiendo el tratamiento tras esos 10 días, pues no le da tiempo a la
larva a convertirse en adulto y reproducirse.
Estos tratamientos
pueden ser tóxicos e irritantes del cuero cabelludo, y nunca deben de entrar en
contacto con los ojos ni con las mucosas, así que es conveniente cuando se
aplican que se tape la cara con una toalla. Hay preparados en forma de champú,
loción o espuma.
Últimamente se
está observando la aparición de resistencias a estos tratamientos, debido al
uso incorrecto de los mismos, pero se dispone de alternativas bastante eficaces
como preparados a base de aceite
de coco o dimeticona que matan al piojo de forma mecánica,
produciéndoles la asfixia y deshidratación, y no generan resistencias.
Las Formas Farmacéuticas
que están resultando más eficaces son la loción alcohólica y el spray.
Unas
recomendaciones a la hora de realizar el tratamiento:
- No lavar la
cabeza antes de aplicar el producto.
- Repartir
el preparado por toda la superficie capilar, insistiendo en la nuca y
detrás de las orejas.
- Asegurarse de
que todo el pelo queda impregnado.
- Esperar el
tiempo indicado por el fabricante del producto.
- Aclarar con agua
tibia, nunca caliente.
- Para facilitar
la posterior eliminación de las liendres se puede añadir vinagre al último
aclarado.
- Secar de forma
natural. No utilizar nunca el secador
( El calor inactiva el principio activo
del producto).
- Eliminar todas
las liendres con ayuda de una lendrera.
- Repetir el
tratamiento a los diez días.
- En caso de
personas asmáticas, no se recomienda la loción alcohólica, ni sprays, pueden usar champú o espuma.
- Si optamos por
el champú se debe usar agua templada y repetir cada 3 días, durante dos
semanas.
- Sumergir los
peines y adornos del pelo una hora en loción pediculicida.
- Lavar a más de 70ºC las toallas, ropa de
cama, etc.
- Pasar la
aspiradora en sofás y tapizados y eliminar la bolsa o el contenido del depósito. (posteriormente desinfectar el deposito de la aspiradora con lejía si es posible).
- Revisar a todos
los miembros de la familia y tratar sólo a las personas infestadas.
Cuando nos
informan de un brote de piojos, en el entorno del niño, debemos revisar
cuidadosamente la cabeza del pequeño cada 2 o 3 días y no utilizar ropa,
peines, cepillos, toallas, bufandas, gorras, o adornos para el pelo de otras
personas.
Si un niño tiene
piojos debemos aislarlo del resto de sus compañeros hasta que finalice el
tratamiento.
Nunca utilizar los
preparados pediculicidas, como preventivos. Si no hay piojos, son ineficaces y
se generan resistencias a los principios activos de estos productos.
En la actualidad
existen en el mercado lociones repelentes que es aconsejable utilizar tras el
tratamiento, para evitar una posible reinfestación y en caso de que nos
informen de un brote en nuestro entorno.
Los Piojos corporales habitan en los pliegues de la ropa, que abandonan sólo para
alimentarse al
menos una vez al día. Se transmite por contacto directo, ropa y tapicería. En
este caso sí suele estar relacionado con la falta de higiene personal y
ambiental.
Producen la
denominada “enfermedad del vagabundo”: piel irritada, con erupciones
secundarias y queratinizada, por infestaciones masivas.
Para su
tratamiento se recomienda la espuma, los geles o las cremas pediculicidas,
desinfectar el entorno y las ropas del paciente.
Las
ladillas se encuentran principalmente en el vello
púbico, aunque también se dan casos de localizaciones en cejas, pestañas, y
vello axilar. Se transmite principalmente por contacto sexual, por compartir
ropa interior, ropa de cama, tapicería, etc. Morfológicamente es más corto y
más ancho que los otros dos piojos, y del mismo color parduzco.
Las picaduras de
la ladilla generan unas lesiones azuladas. El tratamiento se realiza con los
mismos principios activos que para los piojos, en forma de gel,champú, loción o crema, eliminando posteriormente las liendres y repitiendo el tratamiento a los 10 días, además de desinfectar el entorno y la ropa.
En su prevención es fundamental el contacto sexual seguro y en lugares adecuados.
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